jueves, 22 de diciembre de 2005

EL TESTAMENTO

Cuando las lunas de la vida
nos esconda en el torrente de la tierra,
habremos regado de esperanzas las entrañas,
y no veremos a los hijos de nuestros hijos en sus idas,
ni a la sombra de las carnes que nos arañan.

Cuando el deseo guarde sus garras
en almohadillas de pensamientos insípidos,
permanecerá la contemplación del cuerpo
desnudo de falsas amarras,
mudos de suspiros y silbidos,
con ojos vivos en el tiempo vecino.

Entonces, para entonces, los días gastados,
las horas sentidas entre risas y dichas,
entre dolor y tristezas,
viajarán medrosos,
atados alrededor de nuestro ser y nos cincha
apretando los recuerdos a la corteza
del caparazón que la vida nos fue formando.

Entonces, para entonces, no hablará la lengua,
el lenguaje será mudo,
el silencio su vehículo,
y, quién sabe si las flores que hoy cuido
crecerán sus semillas sobre mi tumba
como testimonio de un tiempo no perdido,
y escucharé el ruido del aire como música de tuba.

Aún entonces, en el umbral de la nada,
mis manos querrán agarrar tu frente
para no escapar de éste presente
a otro desconocido del que no sé nada.

Aún entonces, escucharas en las nubes
mi canción alegre o triste,
según tu ánimo lo quiere o admite.

Ya no tendrá sentido la camiseta al revés
que colgué en la percha,
ni aquel cigarrillo que fumé de más,
tendrán sentido las aves volando sobre el mar,
que te abrigues para que no se te enfríen los pies
y que la cama te será menos estrecha.

Pero, si esa sombra tenebrosa
se posara en mis espaldas,
yo sería furia desatada,
buscaría en el regazo de la tierra,
escucharía tus palabras grabadas,
aullaría como loba enjaulada
y, moriría contigo acurrucada.

Para entonces, los hijos serán mayores,
habría vivido ya lo suficiente,
y yo sentiría que sin tí
la vida se muere
y es absurdo insistir.
Junto al resto del poemario:
2º Premio
II Certámen narrativa y poesia femenina Arahal (Sevilla)
Publicada en la revista nº 2 “El Unicornio”
Inma Valdivia

1 comentario:

Mauro Pereira da Silva dijo...

Olá, boa noite. Etou no Brasil. Gostei de seus textos. Abraço cordial.