Fue un día que llamamos a nuestro amigo José Luis para felicitarlo por su santo. A mi marido y a mi nos pareció extraño que no cogiese el teléfono ni respondiera a nuestros mensajes del movil. Insistimos durante varios días en la llamada sin obtener respuesta. Sabíamos que algo le pasaba y decidimos ir a verle aquel fin de semana (porque vive fuera), pero justo el día antes nos llamó comunicándonos la muerte de su tía. En realidad era su madre. Desde que nació mi amigo, la tía lo recogió y lo crió como a otro de sus hijos. Y ahora había muerto después de once años de enfermedad. Padecía Alzheimer.
Mi marido y yo nos encontrábamos algo nerviosos, no por la perdida, se hallaba la pobre mujer muy deteriorada, sino por cómo le habría afectado a José Luis, que fue su cuidador durante todos estos años, sin posibilidad de trabajar ni relacionarse, aislado del mundo y de la vida que seguía girando a su alrededor. (Los que atienden a familiares con Alzheimer y no tienen ayuda para sustituirles en los cuidados, saben muy bien del drama del que les hablo).
Pues bien, aquel domingo como teníamos previsto fuimos a visitarle, aunque él no nos hubiese confirmado que nos esperaría. Conversamos largo rato. Después de compartir su abatimiento fue a arreglarse para salir con nosotros, pero mientras nos dejó un libro para ojearlo. Y allí descubrí a Jorge Bucay.
Digo que allí descubrí a Jorge Bucay porque el libro en sí no es una novela que te enreda en la vida de personajes más o menos ficticios, más o menos reales, que el escritor describe, sino que tras él queda al descubierto el alma del autor. El libro llamado “Dejame que te cuente... los cuentos que me enseñaron a vivir” me cautivo desde el primer momento.
Con la excusa de un paciente que va a la visita de un psicólogo, Jorge Bucay va desgranando sabiamente los miedos, las dudas, las incertidumbres y el sentido de culpa que todos hemos sentido en algunos momentos de nuestra vida reflejándolos en éste joven personaje, pero el psicólogo de nuestro libro ( informal y rebelde) decide que la terapia ha de llevarla el propio paciente y sabiamente , en cada consulta le cuenta un cuento o pequeño relato epistolario .
La fácil lectura y la aparente simpleza de las exposiciones hacen que el mensaje que nos quiere transmitir el autor en éste libro esté al alcance de todos. Un mensaje olvidado en éstos tiempos en que parece que las prisas y la falta de meditación nos absorbe hasta anular nuestra propia personalidad. Un mensaje de honestidad, de desdramatizar las situaciones, de buscar lo positivo, de reconocer que las cosas que realmente valen son las que se consiguen con esfuerzo; un mensaje en definitiva que cada uno tenemos que descifrar en los recovecos de nuestras conciencias.
Y es que, por muy adultos que seamos o por muy maduros que queramos aparentar, los conflictos que fluyen en nuestro espíritu a veces nos deja casi paralizados y nos sentimos en atolladeros sin salida, como le sucede “al joven Damián” que veía derrumbarse todo el mundo de sus relaciones personales y termina creyendo que él es el causante de tal deterioro, pero “El Gordo” (apodo con el que Damián nombra a su psicoterapeuta) le cuenta historias de Elefantes, de la Esposa sorda, de la Olla embarazada, del Portero del prostíbulo, de los Dos números menos... y para romper con la avaricia “El circulo del noventa y nueve”.
Es un libro a mi entender erudito, de lenguaje llano y no por eso menos lleno de sabiduría, con una lectura al alcance de todos, simple y con una exquisitez del lenguaje que no tiene ni una pizca de desperdicio.
Déjame que te cuente... puede servirnos como libro de consulta, meditación, y como no, sus historias son un grato motivo para transportarnos al mundo de la comunicación con nuestros amigos, hijos, pareja o cualquier otra persona.
Jorge Bucay nació en Buenos aires en 1949,realizó estudios de medicina y se especializó en psiquiatría. Se ha especializado en consultas de parejas, grupos y adultos. De reconocido prestigio en su profesión, Jorge Bucay opta por dejarnos libros escritos como otro de tantos medios que ayudan al hombre al equilibrio consigo mismo. Entre sus cuantiosas obras se hallan: El camino de la f4elicidad, El camino de las lágrimas, El camino del encuentro, El camino de la autoindependencia, Cuentos para pensar, Cartas para Claudia, Déjame que te cuente, Amarse con los ojos abiertos...
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