Día de Andalucia, día de la humanidad

Hoy más que nunca quedan al descubierto contradicciones que no sabe uno como calzarlas, contradicciones intrínsecas en la conciencia del andaluz, en su esencia y su filosofía ante la vida, porque aún a pesar de que seamos hombres y mujeres pasionales, extrovertidos, dicharacheros y dispuestos a enfrascarnos en toda clase de conversaciones, los registros polifacéticos de los andaluces abarcan un amplio espectro y de la misma forma que en circunstancias determinadas se volcó en el referéndum para regir su estatuto por el articulo 151.1 de la misma forma recurre a la abstención en éste último referéndum estatutario.

¿Desidia o indiferencia?
Análisis arduo y espinoso relacionado con cuestiones más profundas del devenir cotidiano a nivel mundial y el acceso a la libre información globalizada.

Hoy se ve enfrascado el andaluz en un engranaje confuso de exceso de horas de trabajo (por parte del que tiene empleo) o la otra cara del desaliento y sin salida por lo que toca a los parados, llevándonos a considerar prioritario en todos los aspectos: el sustento y la vivienda.

Una generación de jóvenes hijos de una tierra fértil y cordillereadas bajo el sol implacable del verano, o ribereadas por espumas blancas bajo el cielo estrellado del invierno, intentan abrirse paso a la vida, con contratos laborales cuyos sueldos no les alcanza a independizarse, jóvenes en su mayoría cualificados, formados universitariamente frente a otros no tan formados, pero que juntos son el ahora y el futuro: el relevo de Andalucía.

Relevo al que creo se le vuelve a tener como a nosotros en nuestros años jóvenes, enfrentados generacionalmente, no tanto a nivel familiar, sino social, alimentándose la dualidad adultos-jóvenes como dos guetos desafiantes.

Otros tiempos, otros tiempos donde el plato no les falta en la mesa, pero ¿acaso no están carentes de esas perspectivas de futuro que los jóvenes necesitan para ilusionarse?, ¿para sentirse partícipes y proyectos?

¿Hasta cuando van a seguir primando la falsedad del poder económico disfrazado de intereses políticos, antes que los intereses de los ciudadanía?
¿Con qué autoridad abandera, algún candidato a la presidencia del gobierno, la erradicación de la violencia, cuando cabalga montado en el caballo del lenguaje belicoso y provocativo?

Estrategas, fabulosos estrategas de campañas (globalizados) donde la premeditación y el cálculo por etapas de calendario están llevando a la opinión pública mundial a una confusión que a estas alturas, me atrevería a decir que estamos entrando en una involución de las democracias de todo el mundo, con el crecimiento de actitudes añejas hacia la humanidad de hoy.
¿Tan mala memoria tenemos el ser humano que ya se nos ha olvidado el estado de miedo y los horrores de la segunda guerra mundial?

La corriente libre pensante y crítica está ahí, latente, y nada ni nadie puede impedir que siga existiendo aunque no esté estructurada, saltando en momentos cruciales como una voz común, como un solo hombre que busca una humanidad nueva, sin armamentos, sin guerras.





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