martes, 14 de agosto de 2007

Distinguiendo Teoría de la Práctica (reflexiones literarias)



Al margen de las visitas obligadas a “Hipálage”, páginas editoriales, y de concursos literarios, recibo puntualmente en mi buzón el alimento de Premura, Avión de Papel, Mixmaill, Torremozas, y Libros en Red, amén de otras revistas ecológicas, de ocio, comercio, o cualquiera otra que se distribuyen por este entramado psicosocial. Sólo una exigencia para los boletines (no literarios) que intentan seducirnos: aprender de su enganche.

Esto viene a colación de las dos últimas revistas recibidas de Editorial Premura y Libros en Red, en las que hacen referencia (como tantas veces) a la importancia de la primera página o las primeras líneas ya sea cuento, relato, o novela. Y he de decir en honor a la verdad, que esas primeras letras son tan importantes para el lector como para el escritor, porque son las que van a determinar en nosotros una escritura de corrido, una escritura sosegada y poética, o una escritura vulgarmente calificada como “a empujones”.

Nos gusta enganchar. Los que optamos por el mundo de las letras necesitamos lectores activos y críticos. Alguien dijo que un libro no está terminado mientras no haya sido leído, pero ¿cómo puede leerse un libro?

Por supuesto, premisa indispensable es que tus letras alcancen el clímax que lleven a producir ese efecto del enganche, y otra “ser publicado”. Vamos, algo así como ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?

Hoy por hoy, los avances de la técnica y la implantación de intenet se encargan de cumplir el deseo de ser leídos. El crecimiento de los blog parece confirmarlo; es tan amplia la gama como profesiones, ideologías, y particularidades humanas. Eso no quita que dejemos de esmerarnos a la hora de plasmar nuestra impronta como si de la editorial más real se tratara, no en vano es el único medio de publicación para muchos de nosotros al mismo tiempo que leemos lo que producen otros escritores en situación semejante.

Y llenamos “Favoritos” de listas interminables de direcciones porque consideramos buenas sus letras o guardan cierta similitud con las nuestras, lista destinada (por cuestión de tiempo) a no consultarse asiduamente, y hasta, como en un corte de baraja, tenemos la osadía de escribir en Google “trabajo para escritores”, o eso otro de “editorial busca escritor

Pero si hay algo en todo este galimatías que más me queda claro es no desfallecer, distinguiendo la teoría, de la práctica.

¿Quién no se ha llenado de teorías cayendo en la parálisis?

Los escritores no nacemos, nos hacemos. Prácticas. Boli y papel o teclas inseparables y diarias con una buena dosis de lectura. Mientras más leemos y escribimos el potencial creativo emerge de la misma forma qué al hacer una comida se me antoja agregar o quitar un condimento, o qué cuando hice reformas en mi cochera (donde trabajo), imaginé los estantes y sus dimensiones como si ya estuviesen hechos a la medida.

En cuanto a publicar... Dicen que sin una novela no hay editor que te publique. Prestigio literario al que ni por asomo restaría valor, pero los tiempos que corren donde la turbulencia se convierte en fechas de caducidad inminente a favor de la nueva hora, los continuos desplazamientos a puestos de trabajo lejanos, la incursión de la mujer en el mundo laboral incrementando su jornada con las horas domésticas etc., creo que implican una merma considerable de tiempo destinado al enriquecimiento personal, hasta por experiencia sé que cientos de periódicos y libros han sido leídos en los Walter de toda España sin que esto quiera decir que eran menos gratificante, sino que su lectura amena y corta les permitieron terminar los relato de Monterroso, Jorge Bucay, Kjell Askildsen, Julio Cortaza, … sin contar las innumerables poesías, por lo que juraría que son menos los que se ha atrevido con la novela mientras terminaban sus menesteres.

Llegado a este punto te preguntarás ¿A qué viene esto?

Simplemente un análisis escueto del mercado para seguir en la misma línea reafirmándome en que los libros de relatos cortos tienen sus lectores. Preferencias de un público escaso de tiempo qué anteponen leer en el Water a no leer, qué antepone terminar su lectura a continuarla en otro momento. Género en el que encuadraría por ejemplo mis libros El Cuerno del Unicornio, A la sombra de los días, Desde detrás de las Gafas, Notas para un anuario (ensayos cortos), porque:
¿Quién me dice que, un día no habrá quién demande mis manuscritos?



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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante y rica reflexión, al menos para mi, esta que haces. Y estoy muy de acuerdo en que el ritmo de vida que solemos llevar hace que el relato corto, como los cortos en el medio audiovisual tengan cada vez más adeptos.

He de reconocer también que, cuando he intentado hacerme con algún ejemplar sobre teorías de cómo escribir... he terminado bloqueado.

Sería de agradecer que prodigaras este tipo de reflexiones (Jorsh tiene esa buena costumbre), pues los que gozamos escribiendo las recibimos como al agua en el desierto.

Saludos literarios, Inma.

INMA VALDIVIA dijo...

Parece que a poca gente le gusta hablar de sus debilidades, de sus problemas y cuestiones que poco a poco van conformando lo que son como escritores, por mi parte, no se por qué pero un día decidí que yo entera soy con debilidaes, defectos y virtudes en una simbiosis que conforman mi persona y decidí no tirar la toalla, si no abanderarla como otra forma más de escribir lanzando reflexiones para no sentirme bicho raro.
Creo que todos los hijos nacen por el mismo sitio, con más o menos empujones, por lo que me he soltado la melena y "YA NO ME CONSIDERO BICHO RARO".

narbona, sin promesas, intentaré dejár más reflexiones (como hace nuestro común amigo Jorsh).
Encantada de volver a saludarte y un saludo amigo narbona.

Anónimo dijo...

Hola,

Tienes razón en que lo más importante es resistir, no desfallecer.

Para eso conviene relacionarnos entre los que escribimos. Sin esa relación somos como los troncos apartados de la hoguera, que irremediablemente se irán apagando.

Muchos de los mejores escritores que conozco son autores inéditos.

Me gusta mucho lo que escribes. A ver si nos dejas leer algo más largo.

Narbona, ¿por qué te bloqueas con las teorías y las técnicas?

Si te puedo ayudar, estoy a tu disposición.

INMA VALDIVIA dijo...

andres nadal...

Me agrada que le guste lo que escribo. En el fondo, los que nos dedicamos a éste oficio nos gusta que nuestras historias o artículos tenga ese pálpito y viniendo el alago de alguien entendido, me ruboriza.
De todas formas un día de éstos dejaré algo más extenso.

Muchas gracias Andres por su comentario y reciba desde aquí mis mejores saludos literarios.