jueves, 22 de diciembre de 2005

LEGALIZACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

¿LA PROSTITUTA DE LA LEY O LA LEY PROSTITUIDA?

Fuerte ¿verdad?. Resulta fuerte el titular de este artículo.

Pues eso no es nada comparado con la afrenta que siento por el mero hecho de ser mujer.

Pero claro, las mujeres, desde los tiempos de los tiempos tan sólo teníamos el lugar en la cocina, y algunos machos aún piensan que ese es nuestro sitio.

Sí. Has oído bien: “algunos machos”.

Hay muchas clases de machos.

Machos traficantes de personas, machos de la industria del sexo, machos usuarios de prostitutas, machos sindicalistas, machos callejeros, burocráticos, políticos… etc. Etc.

Y es que ¡sorpresa, sorpresa!... Se ha levantado la veda al mejor postor. La dignidad de la mujer anda suelta por la sociedad. Pero ¡ojo! No nos engañemos. Ya la están cercando. Ha llegado el momento oportuno de preparar a la opinión pública antes de emprender la caza.

Qué pasa ¿Qué los empresarios de los burdeles traen billetes para la seguridad social y las arcas de hacienda?

Hace unos meses salió la noticia en todos lo periódicos: hay una propuesta, por parte de algunos sectores de la sociedad, para que se legalice y regule la prostitución, alegando que es el oficio más antiguo de la humanidad. Dicen que erradicaría las mafias en el sector y se respetarían los derechos laborales de las personas que trabajan en la prostitución. Y yo me pregunto: ¿desde cuándo la prostitución es un trabajo y qué produce? Esos que tanto lo cacarean, ¿están interesados realmente en los derechos de las mujeres? El mercado del sexo se rige, más que ningún otro, por la ley de la oferta y la demanda, y si para hacer negocio hay que buscar niños, mujeres jóvenes y adolescentes para satisfacer a los clientes, siempre hay depravados que se encargan de encontrarlos a costa de lo que sea.

Si se aprobase el negocio del sexo como un oficio, ¡qué suculento filón de ingresos iba a poseer el gobierno que fuese, a costa de la trata de personas y la esclavitud sexual!...

La prostitución está ligada al tráfico de mujeres, el segundo gran negocio del mundo. Prueba de ello es que el 90% son inmigrantes.

El lobby Europeo de Mujeres[1] en el año 2002 afirmó que entre 60.000 y 100.000 mujeres entran cada año en la Unión Europea víctimas de las redes de proxenetismo, y las Naciones Unidas estima espeluznante el número de mujeres y niños traficas anualmente, desplazando en el mundo a más de 4 millones de personas de un país a otro, por ejemplo en Bolivia, miles de personas entre 6 y 20 años de edad son vendidas y obligadas a trabajar y prostituirse, y la OEA (Organización de Estados Americanos) confirma que más de 1700 mujeres al año son llevadas de América Latina y el Caribe a Japón, para servir a la gran industria del sexo; la mayoría de ellas van con contratos para trabajos que no tienen nada que ver con la prostitución, pero que después, un gran número son violadas, antes de ser vendidas y obligadas a venderse sexualmente.

Ante esto ¿de verdad piensan ustedes que dotar de ley el negocio de la prostitución es beneficios para la sociedad, y que todas las personas que venden sus favores sexuales lo hacen libremente?

Tan sólo en el primer cuatrimestre del año 2000, en España, la policía desarticuló hasta 82 redes de tráfico de mujeres. Pero claro, hay quién nos quiere hacer creer que la trata de mujeres y niños destinados al negocio del sexo son falacias de las feministas y de los precursores de los derechos humanos.

Hoy nos llevaríamos las manos a la cabeza, si cualquier familia fuera a la plaza del pueblo, o a cualquier organismo oficial, procurando comprar un esclavo. Y es que, lo que hay en juego, señores, es muy serio. No se trata de la dignidad de la mujer ni el derecho de los niños. Es mucho más grave. Aportaría nuevos cauces para fortalecer todos los mecanismos que subyugan, tanto a nuestros semejantes como a nosotros mismos, y nadie, absolutamente nadie, estaría libre de caer en estas redes. Y es que, lo “legal” y autorizado se propaga, engorda, crece… las pruebas son las tan cotidianas desarticulaciones de bandas que trafican con pornografía infantil. Pederastas sin escrúpulos que no sólo violan a los menores, sino que los graban y fotografían para luego vender el material a los pervertidos.

Hace Ahora cinco años, en Palermo (Italia) se reunieron 148 países para tratar el Nuevo Protocolo de las Naciones Unidas sobre Tráfico de Personas.

121 firmaron la Convención Contra la Delincuencia Transnacional Organizada, y sólo 80 países firmaron el Protocolo Adicional para Prevenir la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños.

Este protocolo adicional se refiere especialmente:

1º) Al comercio de seres humanos con fines de explotación de la prostitución, y otras formas de explotación sexual.

2º) A la esclavitud o prácticas análogas.

3ª) A la servidumbre o extracción de órganos.

El desarrollo de la prostitución va paralelo a un incremento alarmante del comercio del sexo. Madrid y Barcelona mueven en esta industria más de 30 millones de Euros[2]. Me atrevería a decir que el mayor caldo de cultivo de ese negocio, al margen de la miseria, viene dado por los avances tecnológicos y los países que han legitimado dicha industria. Ustedes se preguntarán ¿qué relación guarda la tecnología con el comercio sexual?

Uno de los pioneros avances tecnológicos más socializados en los últimos veinte años es el audiovisual: televisión, móviles,, Internet, videojuegos… En ningún momento voy a renegar de ellos, pero me siento en el derecho y la obligación de vetar el mal uso que se está haciendo de los mismos, donde los mensajes y la oferta de la industria sexual es tan agresiva, que a fuerza del bombardeo de esa publicidad, terminamos aceptando la prostitución como lo más natural del mundo, sin pararnos a pensar en los entresijos de las finanzas del sexo, que utilizan el marketing , los medios psicológicos y comerciales, para crear necesidades falsas de diversión, planteando la ambivalencia “oferta de ocio-sexocomprando”. Mensaje mayoritariamente enfocado hacia los hombres. Publicidad que, desde muy pequeños, nuestros hijos reciben continuamente, produciéndose de este modo, una transmigración de intereses del negocio de la prostitución a las mentes infantiles, y suplantando los valores ocio alegre, digno por el mercantilismo sexual al alcance de la mano.

No me creo puritana ni mojigata, al contrario, cada cual es libre de hacer con su cuerpo lo que le plazca, pero en pos de esa misma libertad en la que creo, LIBERTAD con mayúsculas, también pienso que nadie es quién, para imponer lo que otros han de hacer con su cuerpo, explotándolos, engañándolos y traficando con esas personas.

Los efectos de la legalización de la prostitución serían de tal calibre social, que se cerrarían todas las puestas a la esperanza de las personas que por una causa y otra, han caído en esas redes, condenándolas a vivir sometidas y dependientes, mientras quiera el legalizado proxeneta de turno.

Y que no me venga nadie con demagogia ni sentimientos de falsos demócratas diciendo que son mucha gente las que ejercen en los burdeles y tienen que estar reguladas, porque realmente, lo que hay que dar son otras alternativas de trabajo, formación y forma de vida, porque si n, por esa regla de tres, también existen muchos delincuentes, ladrones, terroristas… y a ningún sector de la sociedad se le ocurriría hacer una ley para legalizarlos.

¿Qué hay detrás, y no se cuenta, por parte de los defensores de la legalización del comercio sexual?

¿Quién sería el más beneficiado de la ley a favor de la industria del sexo? ¿Los niños que utilizan en la pornografía infantil? ¿Las personas que ejercen la prostitución? o, ¿los empresarios de locales de alterne que pueden así promover más prostíbulos?

Quedan muchas cosas en el tintero, el tema es arduo y espinoso, y no penséis que estas reflexiones son un arrebato feminista, más bien siento que la condición femenina que hay en mí me la han arrebatado.

Considero degradante y peligroso el permitir, complacientemente, el comercio sexual. Antes de eso, ¿por qué no nos planteamos regularizare a la mujer que trabaja en el hogar? O, ¿es que ese trabajo no es trabajo?...Jornadas interminables, cuidado de ancianos e hijos, dobles jornadas cuando también se trabaja fuera de casa, asistencia a los familiares cuando están enfermos, mantenimiento de unas condiciones determinadas para que los hijos y el marido produzcan en la sociedad….

No. Creo que una ley regularizadora del trabajo de las mujeres en la casa la consideran deficitaria, tanto para la seguridad social, como para las arcas de hacienda.

¡A ver si ahora va a tener que prostituirse el ama de casa para tener pensión de jubilación!...[3]


Inma Valdivia
[1] Entidad que agrupa a 3000 ONG
[2] Según el Comisario General de Extranjería de España, Manuel Prieto.
[3] Bibliografía: Jornadas Nacionales Contra la Violencia a la Mujer (Madrid año 2002)
ONU Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas especialmente Mujeres y Niños.
Informe de la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres (Madrid 2002)
Internet:
www.mujereshoy.com
http://es.wilkipedia.org
Publicado en el nº 19 de la revista El Unicornio (Septiembre 2005)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bastante imnorante eres al hacer una publicacion asi yo si fuera tu lo pensaria dos veces antes de referirme a este tema, por que no es algo como para imponer su postura religiosa o moral cartucha que tienes, asi solo por que se te antojo, ya que es obio al ver tus ideas que caresen de una minima premeditacion del tema (y de un fundamento solido por lo demas)solo escribes lo que se te antoja con una pinturita redaccion. Si por lo menos analizaras la situacion te darias cuenta que legalisando la prostitucion seria la unica forma de que fiscalisaran y regularan este oficio con lo que podria por fin darles proteccion o por lo menos garantisarles condiciones de trabajo minimas para estas pobres mujeres que generalmente no tienen otra alternativa de trabajo piensa en las que lo necesitan no en las que lo buscan que ellas son las que deberian importar es hora de que empezemos a ser realistas y preocuparnos de las personas luchadoras y no de protejer y regalarle la vida a la lacra como siempre se ha hecho

Anónimo dijo...

Te felicito por tu artículo, Edgardo, si analizas lo que has escrito y si ves los resultados de la legalización de la prostitución en otros países, te darás cuenta de que se hizo todo menos proteger a la mujer.

INMA VALDIVIA dijo...

Al comentarista anónimo, gracias por tu reflexión, que como mujer que soy me dignifica.
Desde aquí te invito a que sigas pasandote por esta casa.
Saludos