domingo, 10 de septiembre de 2006

Reflexión literaria 01: Renglonear libretas

foto creación familiar








Un paisaje, un disgusto, una incomprensión, siempre existían motivos suficientes para que desde muy niña jugara con las letras. Y mamá no era mamá cuando sus letras quedaban en el papel después de una reprimenda, escribir paloma no volvió a significar una paloma desde que caí en la abulaga pretendiendo atraparla, y pozo dejó de representar a un pozo desde que mi hermano bajó a rescatar el cubo que cayó de la soga… y así llegué a renglonear libretas enteras con palabras sueltas que encerraban historias completas. Era un juego, el juego de esa parcela íntima donde buscaba en mi infancia la palabra exacta que encerrase todo lo que sentía. Nunca encontré esa palabra cabal, a veces me doy cuenta que aún hoy sigo buscándola.
Con el tiempo descubro que el proceso de la escritura de una forma u otra es similar en todos los escritores. Nadie me dijo que tuviese que hacer como Tomas Alva Edison con la bombilla, pero leo y releo mil veces el texto corrigiéndolo otras tantas. Hoy por hoy, tendría que redefinirme y redefinir el mundo si la vida me privase de éste placer similar al de un amante insaciable reclamándome caricias y comunicación.
Transcribo lo que veo, lo que interpreto que veo; todos los días encuentro personas que sus vidas son una lección admirable a pesar de que el mundo alimenté la indiferencia hacia ellos.
No es lo mío buscar elogios, estoy hambrienta de críticas, los elogios son de agradecer, animan a seguir adelante, pero las críticas constructivas abren nuevos horizontes.

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1 comentario:

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Escribamos vida entonces, con todas sus letras las de justicia las de injusticia, de la alegría y la de tristeza....

Escribamos vida entonces vecina¡