jueves, 5 de octubre de 2006

Francisco Rodriguez Marín


foto creación familiar


La edición “Del oído a la pluma” está fechada en Marzo-1-1922 , y en su interior, bajo la dedicatoria “Al Excmo. Sr. Conde de Casa Segovia, en testimonio de cariñosa amistad”, el escritor Francisco Rodríguez Marín data la presentación de su trabajo en Madrid 1908.

Ni qué decir tiene que ni la dedicatoria (tan nobilísima) ni los convocantes (Premio Colectivo Para el Fomento de las Buenas Lecturas) me llamaron la atención, quizás por ser propios de la época, por el contrario, el sello de tinta azul, estampado a la izquierda de la primera página, en el que puede leerse: Volumen Propiedad de la biblioteca circulante. San Salvador, 26. PROHIBIDA SU VENTA. Córdoba, me dejó desconcertada, ya que desconocía que en aquellos años existiese una biblioteca circulante.

El libro recoge en su página 6ª (sin enumerar) unas reflexiones de Juan de Dios T. Avisa, que dan mucho que pensar, otorgándole a las letras ese valor potente de ser generadoras de cambios, revoluciones, o conformismos (santidad), cosa que no voy a entrar aquí a valorar o criticar, simplemente os dejo con la lectura de esas notas que paso a transcribir al pie de la letra:

¡Oh, la influencia social de la novela!
Es la novela el género literario más apto para la propagación de las ideas. El novelista preparó siempre las grandes revoluciones de los pueblos. En nuestros días la novela rusa,- desgraciadamente extendida por España – había preparado la revolución comunista de aquel imperio, hoy en completa descomposición.
La novela española puede ser aquí firme baluarte del derecho cristiano si los actuales poseedores de la riqueza, en cualquier grado, le prestan su debido concurso por instinto de conservación. El Patronato Social de Buenas Lecturas, con sus Bibliotecas “PATRIA” y la cultura popular levanta en alto esta bandera y llamar a cuantos tienen algo que perder a cobijarse a su sombra salvadora. ¡Quiera Dios que ninguno de los llamados falte a la cita para su bien y el de España. JUAN DE DIOS T. AVISA


Al margen de ésta introducción de los organizadores de certamen, la lectura de los relatos de Francisco Rodríguez Marín no tienen desperdicio, esta joya literaria nos acerca a una época (no tan remota), y que, por no alargar, la dejo durmiendo hasta que próximamente la despierte.




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1 comentario:

Nahira dijo...

Me quedo pensando en la reflexión de Juan de Dios T. Avisa... mientras, te dejo un gran saludo y un beso.