Después de meses abrí la libreta como si la luna de la última vez se mantuviese suspendida, paralizada en el cielo iluminando las aguas.
¡Han pasado tantas cosas!
¿Como resumir en líneas lo positivo y negativo de este tiempo?
Sordinas donde los pensamientos volaban de un rincón a otro tropezando por recovecos que empujaban puertas de esperanzas, sosegando malos augurios, y estimulando unas ascuas donde la victoria prevaleciera sobre el fracaso o la voluntad ante el declive.
No, el mundo no se detuvo en aquella luna virgen, brillante, más bien giró frenético y hoy me enseña una de las lecciones más estimulantes que me devuelven los pies a los renglones bajo el ambiente tórrido de esta tarde de verano.
Atrás queda el ordenador desquiciado del que vacié todos los archivos antes de desecharlo, el sin vivir de enfermedades familiares ahora abiertas a esperanzadoras perspectivas, aquella rosa florecida de principio de junio y el corazón medio seco por la crisis del tabaco… para en esta tarde, deslumbrada por el tiempo, encontrar dos seguidores nuevos en el blog, el limonero ya resurgido en el tiesto grande de la azotea, y las perspectivas de mi hija pequeña sumamente gratificantes, con un primer puesto conseguido en la promoción de su carrera, y por el que, la Escuela Universitaria de Enfermería Virgen del Rocío le otorga el Primer Premio con un contrato de trabajo de seis meses. Aún se me cae la baba al recordarla en el día de su Graduación, vestido verdemar y lágrimas cayéndole por sus mejillas flamantes de 21 años, emocionada, incrédula, como si la recompensa de noches de vigilia y días tenaces fuese el preludio profesional acariciado tres años con la yema de sus dedos.
No, el mundo no se detuvo en aquella luna virgen, brillante, si no que gira frenético, y me ha traído hoy otra voz que me devuelven los pies a los renglones, bajo el ambiente tórrido de esta tarde de verano.
© Copyright.2005-2009 Inma Valdivia. Todos los derechos reservados.
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¡Han pasado tantas cosas!
¿Como resumir en líneas lo positivo y negativo de este tiempo?
Sordinas donde los pensamientos volaban de un rincón a otro tropezando por recovecos que empujaban puertas de esperanzas, sosegando malos augurios, y estimulando unas ascuas donde la victoria prevaleciera sobre el fracaso o la voluntad ante el declive.
No, el mundo no se detuvo en aquella luna virgen, brillante, más bien giró frenético y hoy me enseña una de las lecciones más estimulantes que me devuelven los pies a los renglones bajo el ambiente tórrido de esta tarde de verano.
Atrás queda el ordenador desquiciado del que vacié todos los archivos antes de desecharlo, el sin vivir de enfermedades familiares ahora abiertas a esperanzadoras perspectivas, aquella rosa florecida de principio de junio y el corazón medio seco por la crisis del tabaco… para en esta tarde, deslumbrada por el tiempo, encontrar dos seguidores nuevos en el blog, el limonero ya resurgido en el tiesto grande de la azotea, y las perspectivas de mi hija pequeña sumamente gratificantes, con un primer puesto conseguido en la promoción de su carrera, y por el que, la Escuela Universitaria de Enfermería Virgen del Rocío le otorga el Primer Premio con un contrato de trabajo de seis meses. Aún se me cae la baba al recordarla en el día de su Graduación, vestido verdemar y lágrimas cayéndole por sus mejillas flamantes de 21 años, emocionada, incrédula, como si la recompensa de noches de vigilia y días tenaces fuese el preludio profesional acariciado tres años con la yema de sus dedos.
No, el mundo no se detuvo en aquella luna virgen, brillante, si no que gira frenético, y me ha traído hoy otra voz que me devuelven los pies a los renglones, bajo el ambiente tórrido de esta tarde de verano.
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2 comentarios:
Ya era hora, hermana, no nostengas tanto tiempo sin deleitarnos con tu lectura.
Un fuerte beso,
Rafael
Me alegra verte por este espacio, Inma. Te demoras mucho en tus apariciones, supongo que no por falta de motivación. Enhorabuena por esa hija tan modélica y que eso sea sólo el principio de una vida llena de luces. Espero y deseo que estés escribiendo y que tengas terminada o casi, esa novela, de la que no debes privarnos de su contenido. El calor, de eso más vale que no hablemos, que me da sofoco.
Un beso
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