Había llegado la hora de la palabra, de no callar ese deseo que nace desde el fondo de los tiempos, y como un viento que cruza los horizontes, la voz surgió de entre la maleza abriendo paso, descerrojando puertas, desvelando el velo invisible quedando lo oculto al descubierto, y un vaho recorrió las calles en los ojos de los viejos, en las mujeres de los barrios. Un pavor profundo, oculto, enterrado, que, silenciaban al marido y la esposa, al hijo y al padre, al abuelo y al nieto. Él, no tuvo miedo: su juventud se lo impedía; su público se lo aplaudía, sus hijos se lo reclamaban; su conciencia se revelaba; su religión se lo exigía; sus nietos lo obligaban; su… Y habló, y cantó, y sermoneó, y actuó, y rezó… y proclamaron a los cuatro vientos la libertad que les faltaba, sin saber que, investido de poder, el hacha del infierno y de la muerte disfrazada de cordero se escondía tras el velo.
De nada sirvieron los lamentos, de nada las reclamaciones, de nada las voces alentando justicia, porque aquel hacha no viajaba solitaria, si no que, dotada por todos los poderes maléficos y disfrazada de justicia, se proclamaba autoridad y dios supremo quitando vidas a su antojo, mutilando, torturando, secuestrando… A pesar de ello, y tras la matanza, resurgió más fuerte en el corazón de los hombres de a pié ese deseo que nace desde el fondo de los tiempo llamado: LIBERTAD.
© Copyright.2005-2006. Inma Valdivia. Todos los derechos reservados.
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1 comentario:
Que tiempos aquellos Inma! y doy gracias a Dios por no haber tenido que vivirlos, ya que realmente, por lo que cuentan, fueron años eternos, en los que solo se vivía la injusticia, el abuso de poder, la pérdida inentendible de seres queridos y con miedo de no saber en que momento podía tocarle a uno. Realmente fueron tiempos terribles! que esperemos nunca más haya que verlos o vivirlos.
Un beso! y al fin pude venir a visitarte, realmente es un inmenso gusto cada vez que puedo hacerlo!
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